Si agosto supone cargar con el peso de playas abarrotadas que consiguen hundirnos un poco más, septiembre sigue revelándose como la obligación de empezar. Sea lo que sea, un curso, una relación, un proyecto… o un coleccionable.
Dogmas Consecutivos supone una reflexión metafórica para agosto, y otra, más ácida y a veces incómoda, para septiembre. Una muestra de difícil clasificación y con diferentes patrones formales, pero con una misma intención: detener la rueda.
Es junio, estamos a tiempo.
-“Agosto es playa y final de curso. Septiembre es dureza y principio de todo. Y esto lo he querido plasmar ejecucional, conceptual y formalmente.“-